jueves, 30 de enero de 2014

Blue-Eyed Hunter-Gatherers Roamed Prehistoric Europe, Gene Map Reveals. From National Geographic.

A drawing of a male-hunter gatherer.Mapping the blue-eyed boy's genes is part of ongoing effort to uncover the DNA of ancient humans. The new study in the journal Nature, led by Inigo Olalde of Spain's Institut de Biología Evolutiva in Barcelona, reports the genetic map of a skeleton found in a Spanish cave. (See also: "Modern Europe's Genetic History Starts in Stone Age.")

Why It Matters 
Scholars had suspected that blue eyes arrived as an import into Europe, brought by late-arriving farmers who invaded the continent more than 5,000 years ago. Contrary to the conventional picture of a blue-eyed, fair-haired northern European, the study suggests that blue eyes were already common among the continent's early hunter-gatherers, along with darker skin. But those aren't the only results that matter from the study. The researchers also discovered that a number of disease-resistance genes seen in modern Europeans were active in the ancient Spaniard's gene map. And the study adds genetic support to archaeological findings that hint that a widespread hunter-gatherer culture cut continuously across Europe in prehistory. 

What They Did 
The researchers extracted DNA from a tooth found with the skeleton of man, dubbed La Brana 1, uncovered in a cave near León, Spain, in 2006. In the lab, they compared the DNA from the man with DNA from other Stone Age Europeans, such as Ötzi, the 5,300-year-old "Iceman" of the Alps (whose people were farmers), and older, partial samples of genes recovered from hunter-gatherer burials in Sweden, Finland, and Siberia. They also compared the results against the DNA of 35 modern-day Europeans.

What They Found
Around 7,000 years ago, a Stone Age culture spread across Europe, made famous by discoveries of small, rotund "Venus" figurines found in their burials. The study results suggest those people were genetically connected—one thin population of dark-haired hunter-gatherers whose domain reached from Spain to Siberia. They were also partly the ancestors of many of today's northern Europeans.
Moreover, the ancient Spaniard had multiple genes linked to disease immunity, resistance to bacteria, and risks for musculoskeletal ailments, ones seen in people today. Understanding the origin of these genes can help better explain their function, which could aid medical studies, for example. 
For fans of the "Paleo Diet" and other get-back-to-nature notions, the study brings some good news, suggesting that people carry around plenty of genes left over from their primeval forebears. The survival of some disease-resistance genes that mattered greatly in antiquity, as shown by their continuity in modern humans, also can help show how evolution worked its magic on us, and is still working today.

The original article.

domingo, 26 de enero de 2014

Nuevo ancestro común árabe de monos y humanos. Aportación de Álvaro Gallego Gómez 1ºB



El descubrimiento en Arabia Saudí de los restos fosilizados de un primate desconocido hasta ahora podría ayudar a datar la divergencia evolutiva entre humanos y simios y los "monos del viejo mundo", según publica esta semana la revista Nature.

La fecha en que se produjo la divergencia entre hominoides -humanos y simios- y cercopitécidos -conocidos como "monos del Viejo Mundo", a partir de los cuales evolucionaron babuinos y macacos, entre otras especies- a partir de un antecesor común es un tema clave en la historia de la evolución humana. Las estimaciones basadas en el genoma calculan que la separación entre ambas ramas evolutivas se produjo aproximadamente hace unos 30-35 millones de años, a principios del Oligoceno. Sin embargo, los registros fósiles de mediados y finales del Oligoceno aportaban pocas pistas acerca de las características del último antecesor común o que apoyaran que la divergencia se produjo a principios de ese periodo.

El nuevo hallazgo de los restos fósiles de una especie de mono desconocida hasta ahora y bautizada como Saadanius hijazansis podría ayudar a resolver el puzle. Los investigadores, liderados por Lyad S. Zalmout, de la Universidad de Michigan, señalan que el primate pesó entre unos 15 y 20 kilos, que vivió hace 28 o 29 millones de años, y que compartía algunas características con los catarrinos, considerados antecesores comunes de hominoides y "monos del Viejo Mundo", lo que indicaría que la divergencia se produjo más tarde de lo que se pensaba, entre 29 y 24 millones de años atrás.

Los autores consideran que este hallazgo puede aportar una información crucial para entender la naturaleza y conocer las fechas de importantes eventos relativos a la historia evolutiva de nuestra especie.
http://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/nuevo-ancestro-comun-arabe-de-monos-y-humanos

sábado, 11 de enero de 2014

Trabajando como antropólogos

En esta ocasión lo que os propongo es una práctica de análisis de cráneos de diferentes homínidos, tal y como lo harían los antropólogos para estudiar la anatomía comparada y la evolución de determinados caracteres en un conjunto de restos humanos.

Dado que ya conocéis el trabajo realizado por Juan Luis Arsuaga y el resto del equipo de investigadores de Atapuerca, creo que os resultará interesante profundizar un poco más en las técnicas y en el método científico. Así, cuando visitemos la Sala de Paleontología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, comprenderéis mejor cómo se llega a las conclusiones que nos muestran.

Para descargar el guión de la práctica pulsa aquí.

Aprovecho para dejaros aquí un comentario interesante enviado por Eugenio Manzano, de 1º A, en relación con este tema:

El cráneo de un homínido descubierto en Georgia reabre el debate sobre la evolución humana:

El fósil de 1,8 millones de años hace pensar que todos los miembros del género «Homo» pertenecían a una misma especie.
El análisis del cráneo de un antiguo humano de hace 1,8 millones de años hallado en Dmanisi (Georgia) indica que los primeros miembros de nuestro género Homo (los clasificados como Homo habilis, Homo rudolfensis, Homo erectus...) en realidad pertenecían a la misma especie y simplemente parecían diferentes unos de otros, según publica Science.

Para leer el artículo completo hacer enlace aquí