domingo, 24 de mayo de 2009

El cambio climático podría agravar las alergias y el asma. Aportación de Cristian Sánchez.

El calentamiento global provoca que las temporadas de polinización sean más largas, crea más ozono en el aire, e incluso amplía las áreas en las que proliferan los insectos, lo que pone a un mayor número de personas con alergias a las abejas en mayor riesgo, señalan los expertos.

"El cambio climático causará impactos en cada área. Las áreas húmedas tendrán más humedad, y los climas secos se volverán aún más áridos", advirtió el Dr. Jeffrey Demain, director del Centro de inmunología, asma y alergias de Alaska, y profesor clínico asociado de la Universidad de Washington. Estos cambios significan que un mayor número de personas con alergias y asma sufrirán más.

En las áreas húmedas aumentarán las alergias al moho, mientras que en las áreas más secas, el polen y otros irritantes transportados por el aire serán un mayor problema, apuntó. El mes pasado, la Agencia de Protección Medioambiental de EE. UU. anunció que se cree que el dióxido de carbono y otros cinco gases de efecto invernadero son peligrosos para la salud humana. Este hallazgo podría conducir eventualmente a cambios en pro del medioambiente, como regulaciones para energías más limpias y vehículos con un uso más eficiente del combustible. Sin embargo, ahora mismo los problemas causados por el cambio climático ya son evidentes, sobre todo en Alaska, dijo Demain.

"Se observa un cambio significativo en el ecosistema debido al aumento de las temperaturas en invierno", apuntó. "En promedio, las temperaturas en Alaska han aumentado 6.4 grados en invierno y 3.4 grados en total. Y mientras más pronto se derrita la nieve, más temprano comenzará el ciclo de polinización". Además de que las temporadas de polen son más largas, las plantas y los árboles están cambiando con el aumento de las temperaturas. Demain dijo que calcula que el 90 por ciento de la tundra de Alaska estará cubierta por árboles en 2100, y que los tipos de árboles más comunes también están cambiando.

El aumento de las temperaturas también atrae a los insectos. En el pasado, Alaska no tenía muchos insectos que causaran picaduras. Sin embargo, destacó Demain, en el norte de Alaska se ha observado recientemente un incremento de 620 por ciento en el número de personas que buscan atención médica por picaduras de abejas.

Aunque la experiencia de Alaska quizá sea más llamativa que en el resto de Estados Unidos, definitivamente no es la única región que está experimentando cambios. "Ahora tenemos inviernos más calientes y húmedos, lo que conduce a primaveras más largas y a un incremento en los alérgenos estacionales", dijo el Dr. David Peden, director del Centro de medicina medioambiental, asma y biología del pulmón en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Peden también destacó que los niveles de ozono son más altos, lo que causa más síntomas de asma.

Así pues, ¿qué puede hacer para protegerse? Tanto Peden como Demain están de acuerdo en que estar consciente del problema es el primer paso. Lo siguiente es saber a qué es alérgico específicamente y luego conocer los ciclos del polen y del moho para tomar las medidas de lugar cuando los niveles de estos alérgenos sean elevados.

"Los niveles de polen generalmente son más altos por la mañana, pero los de gramíneas son elevados tanto en la mañana como en la tarde. Si es alérgico a un árbol o hierba, planifique sus actividades al aire libre para la tarde o al caer la tarde. Si es alérgico a las gramíneas, quizá prefiera planear su actividad al aire libre para el mediodía. Los días calurosos, soleados y secos son los que tienen la mayor cantidad de polen", dijo Demain. Desde luego, no siempre es posible estar dentro de la casa, y hay tratamientos disponibles que pueden ayudarle a convivir con las alergias y el asma.

"Tan trivial como pueda sonar, si tiene una enfermedad alérgica o asma, consulte a un alergólogo para que pueda recibir una terapia óptima así como información sobre las preocupaciones estacionales. Si vive en un área con temporadas de polen prolongadas, las inyecciones para alergias podrían ser útiles", subrayó Peden.

"El clima está cambiando y lo hace a un ritmo sin precedentes. Tanto si es un ciclo natural como si los humanos son la causa, tenemos que reconocer que es un problema real", dijo Demain, que agregó que "cada pequeño paso [como usar bombillas fluorescentes compactas o conducir menos] es importante. Si todos damos ese paso, podemos tener un gran impacto".

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